El Cuarteto de la Felicidad: Activa tus Químicos Naturales para Sentirte Mejor.

La felicidad no hay que buscarla, no va a llegar un día en que la encuentres y todo cambie mágicamente. Conozco a muchas personas que viven esperando al día maravilloso en que  (¡Por fin!) después de tanta espera encontrarán la felicidad. La felicidad no es permanente, ni condicional. Sin embargo, constantemente nos contamos: ‘El día que consiga X… seré feliz’, y de esta manera, condicionamos nuestra felicidad y la colocamos constantemente en el futuro, hasta que se convierte en algo inalcanzable.

No creo que todos los días puedan ser felices. La alegría es una emoción que como todas las emociones tiene su función, va y viene. Sin embargo, todos queremos ser felices y cuantos más estados de felicidad tengamos en un día, mejor nos vamos a sentir. Por eso es importante…

Clarificar y definir lo que deseamos

Muchas veces no tenemos una visión clara de lo que significa en nuestra vida ser feliz. El otro día en una de las sesiones de satisfaction una mujer maravillosa expresó: ‘Mi objetivo es estar más contenta y feliz’, yo le pregunté: ‘¿Qué es para ti estar contenta? ¿En que momentos te sientes feliz?’  Y su respuesta fue: ‘No lo se’.

A menudo confundimos momentos puntuales de felicidad con nuestra idea de vida feliz. Una idea típica de felicidad podría ser: ‘Yo seré feliz el día que pueda vivir en una playa paradisiaca en una vacación constante’. (En otras palabras, la ilusión de la jubilación). Esto puede estar asociado a momentos puntuales en los que has sentido felicidad a pasar un día de relajación en la playa, pero ¿crees que si ese fuera tu plan de cada día: Estar tumbada/o en una hamaca sin hacer nada serías eternamente feliz? Probablemente no, probablemente te aburrirías o buscarías algo más. ¿Por qué? Porque crecer es una necesidad básica humana y no nos sentimos bien cuando no estamos avanzando ni creciendo.

Por eso más que centrar la felicidad en el futuro, yo propongo centrarse en el presente. ¿Qué necesita tu vida para que la catalogues como ‘vida feliz’ en el hoy? El cambio empieza ahora. ¿Qué puedes hacer hoy para crear estados de felicidad? Hoy voy a compartir una gran herramienta.

Activar el Cuarteto de la Felicidad Cada Día

Hay ciertos químicos naturales del cuerpo que producen felicidad, se conocen como ‘El Cuarteto de la Felicidad’: Dopamina, Endorfina, Oxitocina, y Serotonina. Nuestro cuerpo los segrega de manera natural en ciertos momentos. Estos químicos son mejores que cualquier droga, son auto-producidos y gratuitos.

Una gran forma de asegurarte que cada día disfrutas de estados felices es aprender a liberarlos. De esta manera, podemos dejar de esperar a que por arte de magia se activen y pedirles su ayuda cuando más los necesitamos. Hoy os presento al cuarteto al completo:

1. Dopamina

Es un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y de placer del cerebro. Cuando se activa aumenta nuestra energía y motivación. Para activar la dopamina de forma natural…

Duerme:

Si si, al dormir recargamos nuestros niveles de dopamina. Es mucho más fácil motivarse cuando no hay sueño de por medio.

Consume más alimentos ricos en tirosina:

AGUACATE Y CHOCOLATE NEGRO (Gracias vida), nueces, plátanos, huevos… La tirosina es un componente clave de la dopamina. ¡Ojo con el azúcar! Cuando consumimos azúcar los niveles de dopamina suben rápidamente pero al rato bajan completamente dejándonos peor que antes de consumir la dosis dulce azucarada.

Crea algo o completa alguna pequeña tarea:

La dopamina nos recompensa activándose cada vez que logramos algo que nos importa (Por pequeño que sea). Al dividir un objetivo grande en pequeñas acciones es más fácil que liberemos dopamina a menudo.

Escucha Música:

¿Alguna vez has estado triste y al escuchar una canción que te encantase has empezado a sonreír sin poderlo evitar? Ahí está, al escuchar música que nos agrada segregamos dopamina.

Haz ejercicio:

Cuando hacemos ejercicio liberamos dopamina y al resto del cuarteto. Nuestro cerebro nos recompensa cada vez que movemos a su gran compañero, el cuerpo.

2. Endorfinas:

Son neurotransmisores que hacen la función de analgésicos naturales, generando bienestar. Se conocen como ‘morfina autoproducida’. Cuando liberamos endorfinas sentimos felicidad, euforia y determinación. Hay muchas maneras de estimularlas…

Ten Orgasmos:

Hace años cuando sufría ansiedad, mi osteópata me mando tener relaciones sexuales lo más a menudo posible. El placer que sentimos al hacer el amor y llegar al orgasmo cura, al liberar endorfinas combatimos dolores y tensión del cuerpo. Si no tienes pareja, siempre puedes explorar tu misma/o. Aún a día de hoy ha demasiados prejuicios con la masturbación (Especialmente en mujeres) y creo que es importante deshacer ese tabboo, y entender que conocerse es el primer paso para poder disfrutar conociendo a otras personas.

Come Picante:

Ante el dolor o incomodidad que se produce al comer algo que pica mucho, las endorfinas entran en acción para calmar esa sensación y nos proporcionan placer.

Ríe:

Tanto al sonreír como al reír liberamos endorfinas especialmente cuando llegamos al punto de reír hasta que duela o ‘morirnos de la risa’. Si crees que no te ríes mucho en tus días, ¿Por qué no te apuntas a Risoterapia? Es lo más.

Llora:

Las lágrimas también curan. Llorar un mecanismo del cuerpo para aliviar el dolor, y por ello de nuevo, entran en juego las endorfinas. Si lloramos de pena, las endorfinas nos ayudarán a calmarnos. Si lloramos de alegría, las endorfinas se dispararán, que sensación más bonita: llorar de alegría.

 Haz Ejercicio:

De nuevo, el ejercicio presente. Hace años pasé por una ruptura y cada vez que sentía que el dolor se apoderaba de mi me iba al gimnasio, y las endorfinas transformaban mi estado.

 3. Serotonina:

Es un neurotransmisor que se libera cuando nos sentimos socialmente reconocidas/os. Y cuando saciamos necesidades básicas como comer. Cuando nuestro nivel de serotonina es alto nos sentimos seguras/os y en paz. En la cultura española sabemos bien como segregar serotonina: de tapas con la gente que más queremos, aquí más formas…

Exponte a la Luz del Sol:

Exponerse a la luz del sol (¡Con cuidado!) es pura vitamina, al recibir la luz y el calor del solecito liberamos serotonina y nos sentimos a gusto.

Deja el alcohol:

Esto no significa que no te puedas beber una copita de vino o una caña pero es importante saber que a los 3 minutos de beber alcohol, los niveles de serotonina del cuerpo caen en picado. El comportamiento agresivo está relacionado con el alcohol ya que al reducirse la serotonina se desactivan los frenos naturales del comportamiento.

Busca Reconocimiento Social:

¿Por qué hay tanta adicción a las redes sociales hoy en día? Porque con la cultura de ‘likes’ conseguimos elevar los niveles de serotonina con cada megusta. El peligro de esto es que el día que la atención externa baja, la serotonina puede bajar en consecuencia. Por eso, es mejor cubrir la necesidad de reconocimiento social con las personas que más queremos, asegurarnos de que nos mostramos amor mutuamente. Que esto sea más poderoso que el mundo virtual es importante para que la serotonina se mantenga arriba.

Come (Sano):

el 80% de la serotonina producida por el cuerpo se genera en el intestino, por eso nuestros niveles de serotonina están totalmente relacionados con el hambre que tengamos. Por esto mucha gente se pone de mal humor cuando no ha comido. Importante diferenciar entre hambre emocional y hambre real. No comas para anestesiar.

Haz Ejercicio:

De nuevo el ejercicio vuelve a aparecer. Al mover el cuerpo liberamos serotonina, especialmente cuando lo hacemos disfrutando en equipo. También los beneficios de hacer ejercicio como la mejora del aspecto físico pueden contribuir a elevar el nivel de serotonina.

4. Oxitocina:

Es un neurotransmisor conocido como la ‘Hormona del amor’. Somos seres sociales y necesitamos sentirnos conectados. La oxitocina ayuda a reducir los niveles de cortisol (Hormonas del estrés) y por tanto a reducir la ansiedad. Cuando tenemos un buen nivel de oxitocina, estamos más preparadas/os para gestionar nuestro entorno. Para que la Oxitocina aumente hace falta…

Contacto físico:

Cuando estaba en Sydney tuve el placer de conocer a un monje budista de Bután. En un evento del club consciente, el nos enseñó el poder de los abrazos, nos invitó a abrazar durante 3 minutos a alguien sin decir nada. La sensación fue increíble ya que nuestros niveles de oxitocina se dispararón al abrazarnos conscientemente: Los abrazos tienen el poder de curar. También las caricias, los besos y el sexo.

Palabras de afirmación y amor:

Cuando escuchamos un halago de alguien que valoramos, nuestra oxitocina sube automáticamente. Busca a personas en tu vida que te recuerden porque compartís vida.

Ayuda a otras personas:

Cuando ayudamos segregamos oxitocina al sentirnos conectadas/os. Si crees que tus niveles de oxitocina están bajos, ¿Por qué no sorprendes o haces un regalo especial a alguien que quieres?

Desahógate:

Está comprobado que intentar suprimir emociones no nos hace ningún bien, al desahogar nuestras emociones por medio de las lágrimas no sólo segregamos endorfinas pero también oxitocina.

Haz ejercicio:

Mover el cuerpo es lo mejor que podemos hacer si queremos activar el cuarteto al completo. Al ejercitarnos también liberamos oxitocina.

Entender cómo funciona nuestro cuerpo es esencial para poder sentirnos bien, esta lista de pequeñas acciones para activar el cuarteto de la felicidad me ayuda a diario. Es una manera de ponerme las cosas fáciles para asegurarme de que cada día hay felicidad en mi vida. Parece que de todas las pequeñas acciones mencionadas, hacer ejercicio es la ganadora indiscutible. Por eso, si algún día se te hace cuesta arriba, mi consejo es: Corre, salta, muévete, no te quedes parada, pedalea como si no hubiera mañana.

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