Ser o no ser actor, esa es la cuestión

Decidas o no dedicarte a actuar, nunca dejas de ser actriz o actor, porque es algo que llevas dentro, que está en ti. Ahora, tomar la decisión de dedicar tu vida a desarrollar una carrera interpretando no es nada fácil. Si fuera solo por lo que se siente al subirse al escenario o al preparar un personaje y contar historias que mueven y emocionan, sería mucho más fácil, pero por suerte (o por desgracia), dedicarte a tu vocación implica mucho más.

 

¿Por qué decidir ser actriz o actor?

La decisión de ser actriz o actor puede surgir de muchas maneras: pasión por el teatro desde la infancia, la inspiración de grandes artistas, o simplemente ese deseo irrefrenable de contar historias a través de personajes que sienten, aman, luchan. Y es que, ser actriz no es solo una carrera, es un compromiso con el arte y una forma de vida.

Aquí te comparto algunas de las razones por las que muchos eligen este camino:

  1. Pasión por la expresión artística La actuación te permite explorar y expresar emociones profundas, vivir múltiples vidas en una sola y conectar con personas de formas que solo el arte permite. Es una ventana para entender el mundo y, a veces, para escapar de él.
  2. Deseo de inspirar y transformar Las actrices y actores tienen un poder inmenso: el de impactar vidas, influir en pensamientos, transformar emociones y construir el imaginario colectivo. A través de sus interpretaciones, pueden abrir diálogos, cuestionar realidades y, en ocasiones, cambiar el curso de una vida.
  3. Búsqueda de autoconocimiento En el proceso de dar vida a diferentes personajes, también te descubres a ti. La actuación es una herramienta poderosa para explorar identidades, culturas y perspectivas diversas que quizás no habías imaginado.
  4. SPOILER: si la razón por la que quieres ser actriz/actor es darte a conocer te adelanto que la fama no te va a dar la felicidad, si esa es tu única razón por la que te planteas adentrarte en esta profesión, se avecina mucha frustración y sufrimiento.

 

Los retos en el camino hacia la actuación

Como en toda carrera artística, ser actriz o actor tiene sus desafíos. Conocerlos es crucial para preparar el terreno y, sobre todo, para no rendirse cuando las cosas se pongan difíciles.

  1. Inestabilidad laboral Aquí viene la realidad dura. El trabajo como actriz o actor es impredecible. Un día estás en la cima, y al siguiente, en un castillo de naipes que se derrumba. No siempre hay contratos garantizados, y la competencia es inmensa. Esto puede ser una fuente constante de estrés y ansiedad, especialmente si dependes exclusivamente de este ingreso.
  2. Rechazo constante El rechazo es parte del juego. Casting tras casting, escucharás más «no» que «sí», y esto puede afectar tu autoestima si no estás preparada para ello. La clave está en cambiar el significado que le das a los ‘NOES’ e ir exponiéndose poco a poco, pero eso no significa que no duela.
  3. Impacto en la salud mental La presión de la industria puede afectar seriamente tu bienestar emocional. La constante autocrítica, la competencia y la necesidad de cumplir con las expectativas ajenas pueden llevar a un agotamiento emocional y físico. Es vital tener herramientas de autocuidado y apoyo psicológico para navegar este terreno.
  4. Exposición pública y pérdida de privacidad Si alcanzas un nivel de éxito, la fama puede ser peor de lo que imaginabas, al fin y al cabo no deja de ser un estresor. La exposición pública viene con la pérdida de privacidad, críticas constantes y la necesidad de mantener una imagen pública, lo cual puede ser agotador. No todo el mundo está preparado para lidiar con esto.

 

¿Qué hace falta para ser actriz o actor?

Si has decidido que actuar es tu verdadera vocación, es importante saber que el talento no es lo único que importa. Para poder crear una carrera de largo recorrido es importante cuidarse, tu herramienta de trabajo es tu cuerpo, tus emociones, todo tú.

Aquí te dejo algunas ideas para prepararte y aumentar las posibilidades de tener una larga carrera haciendo lo que amas.

  1. Rutina diaria de entrenamiento emocional y físico: Como cualquier atleta, es esencial que te cuides cada día, no solo cuando tienes que ir a rodar o a subirte al escenario. Crear una rutina de ejercicio físico, buena alimentación y entrenamiento emocional puede marcar la diferencia, para que el día que llegue la gran oportunidad, te pille ready ; )
  2. Formación constante y experiencia práctica:El día que creas que ya lo sabes todo, te puedes retirar. La interpretación es una constante investigación de tus posibilidades y capacidades, seguirás descubriendo nuevas facetas que puedes regalar a personajes. Seguir formándote ayuda mucho, tener un ojo externo y experto que te de feedback y te potencie es esencial, y por supuesto cuando no estés trabajando es importante seguir en activo, puedes participar en obras de teatro locales, cortometrajes o proyectos de estudiantes. La experiencia en escena es invaluable para tu desarrollo.
  3. Cuidar lo relacional, el famoso networking: Cualquier resultado en ficción es la suma del trabajo de muchísimas personitas. Por naturaleza es una profesión que se basa en el trabajo en equipo. Ni que decir tiene que ser buena persona ayuda en el largo recorrido, pero ojo: es muy importante saber marcar límites y saber identificar situaciones de abuso de poder (que por desgracia abundan) para protegerte y mantener tu salud mental. Conecta con otros profesionales del medio, y a poder ser conecta de verdad, algo que no es fácil en eventos de la industria (de esto ya hablaremos) y mantén un perfil en redes sociales dedicado a tu carrera.
  4. Autoconocimiento, resiliencia y autocuidado: Insisto mucho en esto: La presión puede ser alta, por lo que es vital cuidar tu salud mental y emocional. Practica técnicas de gestión del estrés, aprende a dejar marchar a tus personajes (es tan esencial saber entrar como saber salir) y busca apoyo cuando lo necesites. Reserva tu sesión gratuita y te cuento cómo puedo ayudarte. 

 

La satisfacción de ser actriz o actor

Pero no todo es cuesta arriba. La actuación también trae recompensas que son difíciles de comparar con cualquier otra cosa.

  1. Vivir muchas vidas en una misma vida: Esta es, sin duda, una de las profesiones que te permite vivir más experiencias diferentes, te ayuda a desarrollar la empatía y es lo más cerca que vas a estar de vivir varias vidas en este planeta.
  2. Crecimiento personal Cada personaje, cada obra, cada película es una oportunidad de crecimiento. Enfrentar miedos, aprender nuevas habilidades, expandir tus horizontes… todo esto viene implícito.
  3. Impacto positivo Más allá de la satisfacción personal, como actriz o actor tienes el poder de contar historias que importan. Puedes influir en el pensamiento social, abrir mentes y dejar un legado que trascienda el tiempo.
  4. Satisfacción personal No hay nada como sentir la conexión con el público, saber que tu interpretación ha movido algo dentro de alguien. Esa sensación de haber dado vida a un personaje y haber tocado corazones es un premio en sí mismo.

 

Entonces, ¿compensa?

Solo tú puedes responder a esa pregunta. Si sientes que la interpretación es tu vocación, que no puedes imaginarte haciendo otra cosa y estás dispuesta a enfrentarte a los retos con valentía, amor y pasión, entonces la respuesta es un rotundo SÍ.

 

La interpretación es para los valientes, para esas personas que se atreven a mostrar su vulnerabilidad y a expresar su esencia, para los que están dispuestos a luchar por su arte a pesar de las adversidades.

 

Tomar la decisión de ser actriz o actor es un acto de amor y valentía. Es un camino lleno de retos, pero también de momentos que te harán sentir viva como nada más. Si estás lista para dar ese primer paso hacia tu sueño, no dejes que nada te detenga. Porque al final del día, las mejores historias son las que se escriben con el corazón.

 

 

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