Y es desde ahí que vamos a poder desarrollar nuestro talento, desde el autoconocimiento y la mejor gestión de nuestras emociones.
Las exigencias, el estrés, la competencia, el piloto automático... nos impiden conectar con nosotras mismas y nos llevan a desequilibrarnos y dejar de poner foco en lo importante.
Esto, sumado a la falta de herramientas para gestionar nuestras propias emociones, hace que en lugar de disfrutar, nuestra vida y nuestras carreras sean asfixiantes.
Todo cambia cuando tomas conciencia.
Todo cambia cuando pides ayuda y decides que esto deje de ser así.